jueves, 28 de febrero de 2019

La innovación técnica con base en la satisfacción de necesidades e intereses sociales


Promover el estudio sin asistir físicamente

Una de las lecciones más relevantes de treinta años de contracultura digital es la radical transformación del espacio-tiempo en la educación y el consiguiente énfasis en el aprendizaje para toda la vida. La curva de innovación en el ecosistema de la educación ha dado un gran salto cuantitativo y cualitativo en la última década y seguirá haciéndolo en los próximos años. Dieciocho años atrás, en The Rise of the Network Society (1996), Manuel Castells analizaba la decadencia de la educación formal en cuanto a su limitado entendimiento del espacio-tiempo. Según Castells, la sociedad red está organizada con nuevas lógicas de tiempo de aprendizaje veinticuatro horas, y espacio de flujos. Si bien existen intentos de la educación formal que usa entornos personales y virtuales de aprendizaje abiertos las veinticuatro horas (PLE), las pedagogías de la educación formal aún no se adaptan de forma masiva a esta dinámica 7/24, global y centrada en el binomio presencialidad-virtualidad.
Otra lección de la digitalización es que el usuario de un producto o servicio no tiene que asistir imperiosamente a un espacio físico para beneficiarse de su consumo. Lo mismo le sucede al creador y su espacio de producción: no debe asistir físicamente al mercado del pueblo para promover la transacción. Esto no hace inservibles o resta valor a los espacios físicos públicos, sino que los configura, dándoles un nuevo significado y utilidad. Se entiende el espacio como una tecnología. En el postdigitalismo, los espacios físicos se transforman en ecosistemas multitarea adaptables con una infraestructura de conectividad, para la mayor y mejor formalización de redes y lazos sociales débiles. Con una arquitectura de la conectividad más sofisticada y sin barreras, se generan más y mejores conexiones. La consolidación de tal concepción móvil de espacio-tiempo configura el hábitat hiperlocal de las empresas, administración pública, escuelas, universidades, bibliotecas y otros entornos laborales, de ocio y de aprendizaje.

MEJORAR LA CALIDAD NUTRITIVA DE LOS ELEMENTOS
En general, este valor lo definen factores tanto de la planta como del propio animal. En este caso, se hablará específicamente de aquellos que inciden sobre todo en la primera, en lo relativo al manejo y otros elementos. (Lea: ¿En qué consiste la senescencia de los forrajes?
)
 
En primer lugar, la composición química de cada especie varía y determina la calidad de sus nutrientes. Estos son productos de la energía solar y se agrupan en hidratos de carbono, proteínas, grasas y vitaminas, así como los minerales que provienen del suelo y otros compuestos.
 
Las principales especies forrajeras pueden ser divididas en 2 familias: gramíneas y leguminosas. Cada una tiene distintas propiedades nutritivas, por lo cual los expertos recomiendan mezclar ambos tipos para garantizar una nutrición completa.
 
El segundo factor, el clima, tiene que ver sobre todo con las condiciones ambientales y el tiempo atmosférico del lugar, pues inciden en el crecimiento de la planta. (Lea: La importancia de la fibra efectiva en la alimentación del ganado)
 
Elementos como la temperatura, la radiación solar y las precipitaciones influyen directamente en la forma como la planta absorbe los nutrientes y los distribuye desde la raíz hasta las hojas. Hay eventos extremos como sequías o heladas que causan daños directos en los pastos.
 
En tercer lugar, las enfermedades o las plagas, que atacan principalmente las partes más tiernas de las plantas, pueden disminuir el valor nutritivo de la pradera. En Colombia, plagas como el mión de los pastos o el chinche consumen la hoja y el alimento para el ganado se pierde.

DESARROLLO DE NUEVOS MATERIALES Y TECNICAS DE CONSTRUCCION

El estudio y desarrollo de nuevos materiales que ayuden a mejorar la sostenibilidad, optimizando los consumos y mejorando la eficiencia térmica y energética, con aplicabilidad, entre otros sectores, a la edificación es el principal objetivo del proyecto Newmat, financiado por el Ivace a través de los Fondos europeos Feder de Desarrollo Regional Y enmarcado en el Programa Promece (Plan de actividades orientado a la Competitividad Empresarial).
El Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), inmerso en este proyecto de investigación, está trabajando en concreto en el desarrollo de materiales destinados a mejorar el control de la humedad, así como en el desarrollo de materiales porosos de baja expansión a causa de la humedad y, en tercer lugar, el desarrollo de materiales cerámicos reforzados con metales parapara mejorar sus propiedades mecánicas.
En el caso de la obtención de nuevos materiales capaces de controlar la humedad, el principal objetivo se centra en obtener un material regulador de la misma, basado en la la activación alcalina, es decir, obteniendo un producto que presente buenas propiedades mecánicas y que haya sido preparado a baja temperatura.

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